«Después de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 había tenido mala suerte. Por un lado, porque en algunos de los maratones me tocó correr en condiciones climáticas muy difíciles, con nieve, lluvia o granizo. Y por otra parte, la lesión que sufrí en 2014 me complicó mucho, me costó recuperarme. Recién el año pasado, con mi actuación en el maratón de Buenos Aires, sentí que iba reencontrando mi nivel, allí terminé con muy buenas sensaciones», expresó.
Nacido hace 37 años en Bragado (Provincia de Buenos Aires) – cuna también de un gran fondista de la década del 70, Juan Carrizo- Bárzola se destacó en la categoría juvenil, pero desde hace más de una década se radicó en España. Al igual que el resto de los fondistas argentinos de nivel, lo suyo es en base a un esfuerzo constante, muchas veces con apoyo insuficiente. En las primeras temporadas tuvo que alternar sus entrenamientos con trabajos como albañil.
Después de positivas actuaciones en pista -fue subcampeón sudamericano de los 5.000 metros en Lima, entre otras- dio el «salto» al maratón y concretó un gran debut en Rotterdam 2011 con 2h.15m.00, que lo clasificó para los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Allí también tuvo una actuación satisfactoria (35° con 2h17m54s), pero luego su campaña -sobre todo por aquella lesión del 2014- se complicó. Tuvo que abandonar ese año en Rotterdam y recién volvió a correr un maratón a fines de 2015 en Valencia, marcando 2h16m37s. En la búsqueda de una nueva clasificación olímpica, le tocó el mal clima en Düsseldorf (abandonó), algo que también le sucedería en 2017 en Hamburgo (marcó 2h27m07s). Fue segundo del maratón de Buenos Aires 2016 (2h23m37s) pero mucho mejor -y ya nuevamente en buena condición física- se mostró en septiembre pasado en el circuito porteño, donde ocupó el 7° puesto con 2h16m47s. «Allí me faltó muy poco para lograr la mínima de los Panamericanos. Tal vez salí un poco cauteloso, pero lo cierto es que quedé muy contento», recordó.
En el mismo programa de radio, destacó las semanas previas de entrenamiento a Sevilla que compartió en España con Javier Carriqueo, otro de los protagonistas de la gesta argentina en este maratón. Y sobre la prueba contó que «se dieron todas las condiciones: clima ideal, un circuito muy bueno y contamos con una liebre que nos fue marcando los parciales justos hasta el kilómetro 30… Yo sabía que algún día iba a volver y mejorar mi marca, nunca perdí la fe. Y ojalá las próximas temporadas sean las mejores».