Fuente: Agencia DIB
Ya retirado de las competencias tras su notable campaña atlética, Germán Lauro es flamante manager de la CADA. «Estoy tratando de dar una mano, intentando generar cosas buenas para que el deporte crezca”, le cuenta a la Agencia DIB. Sin embargo, se trata de un momento difícil.
«Estamos complicados, dentro de lo posible estamos generando reuniones y charlas de capacitación», cuenta Lauro, quien cumple la cuarentena en su casa de Trenque Lauquen y se mantiene activo.
En la era pre Covid-19, cuando todavía se iban a realizar los Juegos Olímpicos este año, Argentina contaba con unos 143 deportistas clasificados para la gran cita, tres de ellos maratonistas. Sin embargo, había expectativas de sumar plazas. Pero el mundo empezó a cambiar a comienzos de año y entre marzo y abril todo se fue a pique.
“Es complicado, te corre todas las planificaciones. Te genera mucha incertidumbre, porque al principio, por ejemplo, no se sabía si se hacían los Juegos o no. O qué iba a pasar, si esto eran quince días o un año. Lo peor que puede pasar es tener incertidumbre. Después, en la medida de que fue pasando el tiempo, se fueron aclarando algunas cosas. Eso les baja un poco la ansiedad a los deportistas”, explica Lauro, finalista olímpico y mundial, medallista panamericano y múltiple campeón sudamericano y nacional en bala y disco. “Hay que respirar hondo y tratar de llevarlo de la mejor manera. Intentar que esto pase lo más rápido posible, que sea solo un recuerdo, para en lo inmediato poder volver a estar focalizado en lo que viene”.
Hablar en términos generales sobre cómo afecta esta pandemia en las planificaciones de los deportistas es un sinsentido, “cada atleta es muy particular, tenés muchos campos”. Y Lauro ensaya ejemplos de los más variados, aun fuera del atletismo. “Por ejemplo Luis Scola, que se iba a retirar este año, y te la estiran un año más. ‘Pucha, ¿qué hago?’”. O al revés: “Tenés el que por ahí no llegaba para este año y al pasarse los Juegos para el año que viene se le abrieron las puertas para clasificar”.
Por ello, con los Juegos Olímpicos reprogramados para julio de 2021, Lauro ve una chance para el atletismo argentino. “A nosotros nos pasa eso, tenemos atletas que están creciendo y que a este Juego Olímpico no llegaban. Pero pensando en el año que viene, ya por lo menos crecieron. A algunos tal vez los dificulta, a otros al contrario, lo toman como una buena. Depende de la particularidad de cada uno. Espero que esto genere la posibilidad de que muchos más puedan clasificar”.
Encerrados en departamentos pequeños o en casas grandes, en ciudades de cientos de miles de habitantes o en localidades chicas, cada disciplina tiene su particularidad frente a la pandemia. Por ejemplo, no es lo mismo lanzar una bala a 21,26 metros de distancia (récord de Lauro, en 2013), que lanzar un martillo a 73,74 metros (récord de Jennifer Dahlgren, en 2010). “Es muy variado”, cuenta Lauro: “Hay chicos que tienen un espacio, cuentan con los elementos y entrenan: lanzan balas en el patio, o en la vereda”. Y más ejemplos: “Otros tuvieron la suerte de que les prestaran una cinta, como a Belén Casetta (3.000 metros obstáculos) o a Mariano Mastromarino (maratón). No es lo mismo, pero no dejan de hacer un gran trabajo. Y después tenés el caso de Joaquín Arbe (maratón, clasificado a Tokio 2020), que está en Esquel, sin una cinta, y aprovechó este tiempo para terminar la casa que se está construyendo; está laburando en eso”.
Frente a la variedad, “cada uno se la está rebuscando para tratar de no perder tanto”, sintetiza Lauro, dueño de 18 medallas en torneos sudamericanos con nueve títulos -seis consecutivos en bala y otros tres en disco-. Y para quienes la tienen más complicada, “hay que intentar hacer lo posible: tratar de mantener la zona media, los abdominales, hacer algo dentro de la casa, dar unos saltos…”. “Después de levantar la cuarentena se va a tener que tomar un tiempo prudencial para volver a recuperar lo que se perdió”, cierra uno de los mejores atletas argentinos de todos los tiempos.
Tecnología de por medio
Germán Lauro cumplió 36 años el 2 de abril. Y de esos 36 años, 22 los pasó compitiendo en atletismo. “Cuando arranqué teníamos el mail como lo más tecnológico para mandarte algo desde otro país, o si no las llamadas telefónicas para estar comunicado. Era lo único que podíamos llegar a tener”, cuenta sobre un pasado bastante reciente.
“Hoy nosotros estamos dando muchas capacitaciones a través de Zoom, los profes se están manejando con videollamadas por Whatsapp o Skype; tratan de estar en contacto con los atletas. Desde la Confederación se planteó que los entrenadores, los responsables de área, estén pendientes de los atletas para mantenerlos motivados, que no vivan un bajón muy grande, y tratar de llevar la mayor tranquilidad posible, dentro de todo”.
El estudio y la Confederación
Al repasar las notas de comienzos de año, cuando fue noticia su retiro, Germán Lauro hablaba de iniciar una nueva vida. Claro que de momento el plan (“encerrado en Trenque Lauquen”) no está saliendo a la perfección. Sin embargo, zafa: “Estoy terminando la carrera de contador público y eso me mantiene bastante entretenido, en el sentido de que me ocupa una buena parte del tiempo”. Y agrega: “Con la posibilidad que me brindaron desde la Confederación, de poder trabajar en el deporte, hacer algo dentro de lo que me gusta; está bueno”. “Esto de la cuarentena y del aislamiento, al no poder hacer mucho, me permite estar un poco más tranquilo”, completa respecto de esta primera etapa de una nueva vida