Por HERNAN SARTORI / Diario Clarín
Con el sonido de las piedritas bajo sus suelas, Kostadin Kisyov caminó hacia Bahía Mansa y de repente se quedó inmóvil. Ni fuerza para grabar con su teléfono tenía. A la hora del atardecer, la postal patagónica era demasiado para su vista. De fondo se escuchaba “Té para tres”, la poesía de Gustavo Cerati.
“Las tazas sobre el mantel, la lluvia derramada, un poco de miel, un poco de miel, no basta”, cantaba un flaco, guitarra en mano, en un grupo mixto sentado en la playita. El búlgaro los empezó a grabar con su celular. “¡Amigo, sacate una selfie!”, le gritaron. Y el bueno de Kostadin, con sus rulos al viento, cumplió.
El búlgaro Kostadin Kisyov se saca una selfie con jóvenes argentinos, en la Bahía Mansa de Villa La Angostura. Fue 75° en los 15 kilómetros del Mundial de Montaña.
Y la ciudad neuquina estuvo literalmente abarrotada, porque sus habitantes salieron a sus calles y a sus senderos a vivar a los corredores de 38 países que compitieron en las distancias de 42, 15 (Kisyov fue 75°) y 7,6 (junior) kilómetros.
Todo en el marco de los tradicionales K15 y K42, para que ese fin de semana hubiera casi 3.000 corredores subiendo al balcón del cerro Belvedere o a la cumbre del mágico Bayo. Fueron las Naciones Unidas del trote.
Se vivió una auténtica fiesta del trail running, cada vez con más adeptos en una Argentina plagada de circuitos naturales inconmensurables para practicarlo. Desde la selva misionera, Purmamarca y las Salinas Grandes hasta la precordillera patagónica, pasando por las sierras cordobesas o de Tandil. Este país es maravilloso y merece ser recorrido al trote o caminando con bastones de trekking.
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La estadística pura dirá por siempre que el estadounidense Jim Walmsley y la rumana Cristina Simion son los campeones mundiales de montaña en larga distancia, con España y Francia como mejores equipos en caballeros y damas. Que los estadounidenses Joseph Gray y Grayson Murphy ganaron en la prueba clásica, con República Checa y Francia en lo alto del podio por equipos. Y que el británico Joseph Dugdale y la italiana Angela Mattevi fueron los juniors más rápidos, en los equipos de oro.
Dos competidores del Mundial de Montaña, cruzando un arroyo en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
Pero vivir este Mundial desde adentro permitió admirar esos detalles que hacen de toda competencia una unidad inolvidable. Más aún en Argentina.
Los aplausos y el aliento en los senderos se los llevaron desde los ganadores hasta el japonés Fujio Miyachi, quien viajó 60 horas desde su país hasta el otro lado del mundo para aterrizar en Bariloche y subirse a un micro por la ruta 40 junto a paraguayos, ucranianos, turcos, búlgaros y belgas. Todos camino a Villa La Angostura cual viaje de egresados. Eso sí, no podían cantar juntos las canciones de Sui Géneris, Soda Stéreo o Los Redondos.
La delegación argentina, con la abanderada Roxana Flores, en el desfile inaugural del Mundial de Montaña, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
Cada una de las delegaciones fue saludada y recibió pedido de selfies en el desfile inaugural por la Avenida Arrayanes, con especial apoyo a la de Bolivia. Y los 26 atletas argentinos se llenaron la panza de la ovación y el amor de la gente, en un país en el que la mayoría de ellos deben pagarse todo para representar a la Argentina como deportistas en el exterior.
Esta vez el Mundial fue aquí y ver su alegría, la emoción de Roxana Flores al llevar la bandera y el orgullo de escuchar el Himno en su tierra fue conmovedor.
Con el 23° puesto, «Lalo» Ríos fue el mejor argentino en la carrera de 42 kilómetros del Mundial de Montaña, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
El deporte de alto rendimiento es competencia y resultados, claro. Pero también es confraternidad entre quienes sienten la misma pasión. Por eso no asombró ver a algún europeo animándose a probar un mate, escuchar charlas dignas de la ONU con el guiso de lentejas en mano tras la llegada y observar con curiosidad a algún que otro “tiroteo” en la fiesta de cierre. La vida misma.
Compartir tres días con la delegación francesa en el apart hotel Del Sir fue una muestra del profesionalismo de la elite mundial: entrenamientos tempraneros aunque llueva, desayunos arrasadores (“Jamás vi tomar tanto café al mismo tiempo”, repetía la dueña), menúes propios a cargo de un integrante del equipo, puertas abiertas a la noche y ropa secándose en los radiadores del pasillo. “Perdón por el ruido”, le dijo el entrenador a este cronista una mañana. Si supiera lo que es el ruido…
A los organizadores les hubiera encantado cumplir con su idea primitiva de albergar a todas las delegaciones en el centro de la villa, pero en Argentina siempre pasan cosas que demoran una buena movida y al final hubo que repartirlos.
La delegación nacional, por caso, se fue a unas cabañas y los checos quedaron cerca del puerto y aprovecharon para visitar la pintoresca Capilla Nuestra Señora de la Asunción. Pero todos los que querían podían comer juntos en la escuela Jaime de Nevares.
La confraternidad entre Jim Walmsley y Francesco Puppi, campeón y subcampeón mundial de montaña en los 42 kilómetros, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
¿Confraternidad se dijo? Claro. Como en la apoteótica definición de la carrera de 42 kilómetros, en la que el italiano Francesco Puppi, profesor de Física y Matemática en un colegio secundario, llegó 48 segundos después que Walmsley y cuando dejó de llorar en la alfombra, se levantó para levantarle la mano a quien lo había vencido en el tramo final.
Y si de llanto se habla, extenso fue el de la rumana Simion, quien se pasó de las carreras de calle (10 kilómetros y medio maratón) a la montaña este año y es la flamante campeona mundial de larga distancia.
Le emoción de la rumana Cristina Simion, al consagrarse campeona mundial de montaña en los 42K, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
“Si el objetivo que teníamos en 2015, cuando empezamos a trabajar la idea de hacer un Mundial, era darle una nueva vida a una de las 10 carreras más importantes a nivel internacional, que había perdido ese lugar a manos de las europeas, retomamos nuestro posicionamiento internacional”, aseguró Zarba.
Y, como muestra, el 7 de noviembre de 2020, Villa La Angostura será sede de la final de la Golden Trail Series, circuito mundial de exigencia, lo que casi con seguridad traerá nuevamente al español Killian Jornet, ícono de las carreras de montaña, a la Argentina.
Los corredores recorrieron senderos dentro del bosque patagónico en el Mundial de Montaña, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
«Las vistas eran lindas y te relajaban. Ahora quiero irme más al Sur«, le dijo Walmsley a Clarín. «Si bien estábamos corriendo para ganar, pude conectarme con el medio ambiente, que es lo mejor de correr en la naturaleza«, amplió Puppi. Cerquita de ahí, la rumana Simion seguía en shock por su título mundial.
Todos vinieron por primera vez a la Patagonia. Y saben que volverán…
El podio de la carrera de 42 kilómetros del Mundial de Montaña, en Villa La Angostura: el estadounidense Jim Walmsley, entre el italiano Francesco Puppi y el español Oriol Cardona. Foto: Prensa K42
Los podios del Mundial de Montaña
En la prueba de larga distancia (42 kilómetros), el ganador fue el estadounidense Jim Walmsley, con un tiempo de 3h12m16. En segundo lugar arribó el italiano Francesco Puppi (3h13m04) y fue tercero el español Oriol Cardona (3h20m24).
Entre las mujeres, fue la rumana Cristina Simion la que cruzó primero el arco para estallar en llanto en 3h49m57. El segundo y tercer lugares fueron para dos francesas: Adeline Roche (3h51m56) y Blandine Lhirondel (3h52m07).
En la competencia por equipos, España se quedó con el primer lugar en caballeros, seguido por Estados Unidos e Italia. Francia fue líder en damas, seguido por España y Rumania.
Ambos equipos de la Argentina finalizaron novenos, con Darío «Lalo» Ríos en el puesto 23 (3h35m28) y Roxana Flores en el 31 (4h24m59).
El estadounidense Joseph Gray se consagró campeón undial de montaña en la prueba de 15 kilómetros, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
En la prueba clásica de 15 kilómetros, el estadounidense Joseph Gray ganó en 1h05m13, seguido por el italiano Cesare Maestri (1h05m21) y el checo Marek Chrascina (1h05m57), integrante del mejor equipo.
Entre las damas, la estadounidense Grayson Murphy festejó en 1h15m20, escoltada por la francesa Elise Poncet (1h15m41) -campeona por equipos- y la británica Phillipa Williams (1h16m45).
La estadounidense Grayson Murphy sonríe como campeona mundial de montaña, en la prueba de 15 kilómetros, en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
En equipos, los ganadores fueron República Checa en caballeros, mientras que en mujeres fue el equipo de Francia.
Argentina fue octava en damas, con Chiara Mainetti en el 13° lugar (1h21m02), y undécima en caballeros, con Diego Simon en el 34° puesto (1h12m24).
El británico Joseph Dugdale se consagró campeón mundial junior de montaña en Villa La Angostura. Foto: Prensa K42
En tanto, la competencia junior de 7,6 kilómetros fue ganada por el británico Joseph Dugdale (32m44), campeón por equipos, seguido por el turco Sebih Bahar (32m50) y el mexicano Yael Paniagua Morales (32m52).
El podio de las juniors en el Mundial de Montaña, en Villa La Angostura: la italiana Angela Mattevi, entre la checa Barbora Havlickova y la francesa Jade Rodríguez. Foto: Prensa K42
En la prueba femenina, celebró la italiana Angela Mattevi (37m12), también campeona por equipos, escoltada por la checa Barbora Havlickova (37m56) y la francesa Jade Rodriguez (38m48)