Con los tres torneos por el Grand Prix Sudamericano que se realizarán entre este 26 y 28 de marzo en la pista sintética de Concepción del Uruguay, la CADA homenajeará a tres personalidades relevantes de su historial. El último de los torneos llevará el nombre del ex presidente de la institución -y uno de los dirigentes ya legendarios del atletismo argentino- el recordado y querido profesor Hugo La Nasa. Y lo hará allí, en el mismo terreno donde dejara tantas enseñanzas a lo largo de su vida. El torneo del sábado se denominará Rodolfo Barizza, homenajeando a uno de los entrenadores más relevantes en las últimas décadas, a cargo de los equipos nacionales así como de distintos clubes (Argentino, Ferro, Quirón, entre ellos). Bajo su conducción también estuvieron grandes figuras del atletismo argentino, desde la década del 70 hasta la actualidad. Y el primero de los torneos, el día 26, celebrará a nuestro último atleta en subir a un podio olímpico, Reinaldo Berto Gorno.
Gorno, junto a los campeones Juan Carlos Zabala (Los Angeles 1932) y Delfo Cabrera (Londres 1948) componen la época de oro del atletismo de fondo argentino. Oriundo de Yapeyú, Corrientes -la tierra del Libertador General San Martín- Gorno alcanzó la gloria con su medalla de plata en el maratón de los Juegos Olímpicos de Helsinki, el 27 de julio de 1952. Allí marcó 2h.25m.35s y escoltó al checo Emil Zatopek («La Locomotora Humana»), quien consumó una hazaña irrepetible en el atletismo mundial al ganar, además de esa prueba, los 5.000 y 10 mil metros llanos en pista.
Gorno ya se había destacado en la década anterior, dominada en un principio por Raúl Ibarra. En el Sudamericano de Buenos Aires (1941), donde éste logró cinco títulos, Gorno fue subcampeón de 5.000 y 10.000. Cuatro años más tarde, en Montevideo y nuevamente con Ibarra multicampeón, Gorno ganó el cross country, fue subcampeón de 10.000 y bronce de 5.000 metros llanos. También alcanzó los títulos de medio maratón en los Sudamericanos Extras de Santiago de Chile (1945 y 1953). Y volvió a subir al podio en los Sudamericanos plenos de Rio de Janeiro (1947, subcampeón de cross) y Buenos Aires (1952, subcampeón de 5.000 y medio maratón). En los primeros Juegos Deportivos Panamericanos, realizados hace exactamente 70 años en Buenos Aires, Gorno secundó a Cabrera en el maratón. La actuación en los Juegos Olímpicos de Helsinki le deparó invitaciones a las principales carreras del mundo. Y así triunfó en los maratones de Viena (1953) con 2h33m08s y Kamakura (1954) con 2h24m55s, hoy convertido en maratón de Fukuoka. En 1955 asistió al maratón de Boston y logró el quinto puesto con 2h20m28s (downhill), cerrando su campaña con un nuevo triunfo en Enschede (Holanda) el 27 de agosto de ese año: marcó 2h26m33s, secundado por quien sería su gran heredero en nuestras glorias del atletismo de fondo: Osvaldo Suárez.
A su retiro de las competencias, ejerció como entrenador atlético y docente en Educación Física. Falleció el 10 de abril de 1994, tras sufrir un grave episodio de inseguridad en Quilmes.