Poco después de festejar su 86° cumpleaños -había nacido el 6 de abril de 1935- y siempre activa en su vinculación con el atletismo, ha fallecido Magdalena García, una de las excelentes campeonas que tuvo nuestro deporte en el sector de lanzamientos. Y, fundamentalmente, una de las personas más queridas del ambiente atlético, por la amistad que supo construir a través de las distintas generaciones, durante su participación en los primeros niveles entre las décadas del 50 y 70, o más adelante en las categorías «masters».
Magdalena García surgió entre las buenas lanzadoras de aquellos tiempos en Independiente -donde también estaba su entrañable amiga Isabel Avellán, luego 6a. en disco en los Juegos de Melbourne- y se especializó en jabalina, disciplina en la que obtuvo en siete oportunidades el título nacional (1953, 1956, 1958, 1959, 1960, 1961 y 1967). Siguió participando en los Nacionales hasta sus 40 años, cuando consiguió el quinto puesto (1975) en la pista de Parque Chacabuco.
Fue la primera lanzadora argentina en superar la barrera de los 40 metros con el implemento que se utilizó hasta hace pocas décadas (1989). Fijó su primer récord nacional el 29 de abril de 1958 durante el Sudamericano de Montevidoe con 39,10 metros, y lo superó pocas semanas después (10 de mayo) con 39,36 m. en Villa Domínico, donde entrenaba habitualmente. Y atravesó aquella ansiada barrera del 5 de agosto de 1962 en Buenos Aires con 42,26 metros, registro que permaneció como récord argentino durante ocho temporadas hasta ser batido por otra gran campeona como lo fue Ana María Campillay.
Magdalena integró la Selección Argentina en numerosos eventos internacionales, incluyendo el II Campeonato Iberoamericano en Madrid, cuando consiguió la medalla de bronce con 38.97 metros. Aquella época estuvo dominada en nuestra región por la extraordinaria lanzadora chilena y subcampeona olímpica Marlene Ahrens, quien fue justamente la ganadora en Madrid con 45.63 m. Luego de aquel «Ibero», donde el equipo nacional encabezado por Dyrzka y Suárez tuvo una relevante participación, se realizaron una serie de matches en España y Portugal, que permitieron mayor foguero para nuestros atletas.
Magdalena García había debutado en el Sudamericano en 1956, en Santiago de Chile, donde también venció Ahrens (48.73) y ella quedó en el cuarto puesto con 37.47. Dos años más tarde en Montevideo obtuvo la mencionada medalla de bronce, mientras que en Lima (1961) fue sexta con 33.65. También participó en el Sudamericano disputado en 1967 en el Parque Chacabuco, ocupando el 9° lugar.
A su retiro de las competencias nacionales, siguió como una de las más entusiastas impulsoras y animadoras de las pruebas en veteranos y en los distintos encuentros de la comunidad atlética, dejando un testimonio de su vitalidad, dedicación y amor por nuestro deporte.