Así, el balance fue positivo para el equipo nacional que, junto a sus ya consagrados Germán Chiaraviglio (logró su tercer título en garrocha con 5.60) y Braian Toledo (en una pareja serie se llevó por primera vez la corona de jabalina), vio asomar a una nueva generación. Esta tiene entre sus valores destacados a la mediofondista marplatense Belén Casetta (flamante campeona de obstáculos y subcampeona de 5.000), Guillermo Ruggeri (con su vibrante triunfo y récord nacional en 400 metros vallas), Leandro Paris (sorprendió al ganar los 800 delante del favorito brasileño Lutimar Abreu Paes) y Federico Bruno (quien volvió a su especialidad de 1.500 y así ganó por primera vez un título sudcontinental). Germán Lauro, el puntal de los equipos nacionales en la última década, se vio superado por la nueva camada brasileña -Darlan Romani ya es uno de los mejores del mundo en bala- pero igualmente estuvo en el podio, tanto en esa prueba como en disco. Y de este modo, con 9 medallas de oro, 2 de plata y 1 de bronce es uno de los atletas argentinos más exitosos del historial de los Sudamericanos.
Otra figura emergente es Fiorella Chiappe, quien ahora volvió a mejorar el tope nacional u23 de los 400 metros con vallas y obtuvo la medalla de bronce en una prueba muy competitiva, que ganó la flamante recordwoman sudamericana Gianna Woodruff, de Panamá. Chiappe probablemente enfoque sus próximos pasos en las pruebas combinadas -es recordwoman absoluta del heptathlon- pensando en el Mundial Universitario de Taipei.
De la misma generación procede Joaquín Gómez, quien quedó cuarto en un peleado concurso de martillo donde -por primera vez en el historial del campeonato- los cuatro primeros estuvieron arriba de los 70 metros. La victoria fue para el recordman sudamericano y finalista olímpico, Wagner José Carvalho Domingos.