Si bien la marcha es una disciplina que no tuvo, ni tiene, demasiados cultores en nuestro medio -a diferencia de otros países vecinos que tienen un standard internacional- igualmente el historial ofrece varios nombres destacados, que llegaron a incursionar en la alta competencia. Se puede citar a Sixto Ibáñez y Guillermo Weller entre los precursores; el primero, al ganar el oro panamericano del 51 sobre 50 km, mientras Weller fue nuestro primer representante olímpico, participando en los 50 km. de los Juegos de Roma en 1960, cuando contaba con la conducción técnica de Don Francisco Mura. En décadas más recientes hay que citar la evolución de marcas que dieron nombres como Jorge Yannone, los hermanos Jorge y Benjamín Loréfice y, en los últimos años, la gran campaña del santiagueño Juan Manuel Cano, desde juniors hasta mayores, fijando los récords en todas las distancias. Entre esos nombres también hay que resaltar el de Adalberto Enrique Scorza, el dominador de la marcha en la Argentina durante la década del 70 y que fue el triunfador en los 20 km. del Campeonato Sudamericano de 1974 en Santiago de Chile, cuando la especialidad se incluyó por primera vez en el certamen. Yannone, once años más tarde y en la misma sede, pudo emularlo.
Nacido el 2 de marzo de 1938 en San Martín, Scorza practicó en sus comienzos ciclismo y fútbol (era arquero y llegó hasta la cuarta de Colegiales). Pero luego se inclinó por el atletismo, ingresando a los torneos para libres que organizaba la recordada Fecsyda. En una nota en el diario Crónica -donde trabajó por varios años- Scorza recordó aquellos momentos: «Me empecé a entrenar con Ismael Yanuzzelli, mi gran maestro, que dedicó toda su vida al atletismo. Representé al Allevi Club, donde no teníamos ni siquiera vestuarios para cambiarnos o ducharnos. Nos entrenábamos dando vueltas alrededor del Parque Los Andes o el Cementerio de la Chacarita». También apuntó que «antes de dedicarme a la marcha, probé con casi todas las pruebas, desde velocidad hasta fondo, inclusive vallas. Hasta que apareció la marcha en mi vida, cuando participé en una prueba que se realizaba en el club Villa Furst, en San Martín, y quedé segundo».
El profesor Yanuzelli y su discípulo Scorza fueron grandes impulsores de la marcha desde fines de los 60, al igual que el recordado Fernando Hidalgo, con base en San Fernando, otro permanente divulgador de esta disciplina y también frecuente adversario en las competiciones.
Scorza fue incluido en el equipo que asistió a los Juegos Panamericanos en Cali, en 1971. «Las condiciones eran muy difíciles, por la altura y el calor. En la prueba de 50 kilómetros sufrí mucho, en algún momento me aconsejaron que abandonaran, que ya había cumplido. Pero yo quería terminar y lo conseguí», contó. Scorza logró el 6° lugar en los 20 kilómetros con 1h47m30s y el 5° en los 50 km. con 5h07m29s. Dos meses antes había establecido el récord nacional de los 20 mil metros en pista con 1h40m58s2, en Lomas de Zamora, mejorando una de las tantas marcas de Weller (1h43m42s4 desde 1955).
Al año siguiente, Scorza participó en el selectivo olímpico, el 2 de julio en Ezeiza, consiguiendo su mejor marca en los 20 km. en ruta con 1h40m33s, seguido por su compañero de Allevi, Daniel Delguiz, con 1h44m55s. Y así se dio el gusto de obtener su nominación olímpica, participando en los 50 km. de los Juegos de Munich donde terminó 28° con 4h42m42s. La medalla de oro fue para el local Bernd Kannenberg con récord olímpico de 3h56m11s, seguido por el entonces recordman mundial, el soviético Veniamin Soldatenko con 3h58m24s. Y en el tercer puesto, repitiendo su performance de los Juegos de México 68, quedó el estadounidense Larry Young quien, además, había logrado el oro panamericano en los mencionados Juegos de Cali.
La participación en Munich fue un auténtico orgullo para el Allevi Club, la modesta entidad de Villa Crespo que, pese a la precariedad de sus recursos, demostró su notable espíritu atlético y voluntad de superación: además de Scorza, contó en aquellos Juegos con los maratonistas Fernando Molina y Ramón Cabrera.
Scorza alcanzó su triunfo más relevante en el Sudamericano de 1974, cuya prueba de marcha sobre 20 km culminó en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Marcó 1h46m24s y la medalla de plata fue para otro argentino, Rito MOlina, con 1h48m27s. Un año después, en el Sudamericano de Rio de Janeiro, la marcha de 20 km fue dominada por los colombianos (Ernesto Alfaro con 1h39m12s, Rafael Vega con 1h39m52s) y Scorza logró el bronce con 1h42m15s.
A su retiro de las competencias -además de trabajar en Crónica y en la Prefectura Nacional- Scorza siguió entusiastamente ligado a la difusión de su actividad, como entrenador y juez.