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El adiós a Rafael Difonzo

11/12/2020

A los 79 años -había nacido el 9 de enero de 1941- y tras sufrir problemas cardíacos, acaba de fallecer uno de los más destacados lanzadores argentinos de la década del 60, y luego entrenador, Rafael Difonzo.

Rafael integró una generación de lanzadores de jabalina que tuvo entre sus hombres de punta a Ian Barney y Antolín Rodríguez, mientras que el gran Ricardo Heber aún mantenía su vigencia. Produjo su mejor actuación internacional en el Campeonato Sudamericano de 1967, en el Parque Chacabuco, cuando logró la medalla de bronce con 61.92 m., escoltando al brasileño Alvaro Zucchi y a Barney. Representó a la Argentina en otras competiciones internacionales, incluyendo su triunfo en los Juegos Riopatenses de 1968 en Montevideo con 66,25 m. Pocas semanas antes -el 17 de marzo- había logrado su mejor registro personal de 66.46 metros, en Buenos Aires. También fue campeón nacional en 1967, con 64.14. A fines del 69 estuvo en la serie internacional en la que el estadounidense Milt Sonsky asombró con marcas que nunca se habían visto hasta entonces en nuestro medio (78.32 en las Bodas de Oro de FAM y 79.54 en el torneo Pierre de Coubertin, torneos en los que Difonzo logró el tercer puesto).

Durante varias décadas ejerció como entrenador y en los últimos tiempos, en Morón, donde residía, dejando el legado de numerosos atletas que recibieron sus enseñanzas y su calidad humana. El atletismo argentino sufre su salida, en este año tan doloroso para todos.